El perfeccionismo es una de las mayores barreras para la creatividad. El miedo al error se convierte en un freno, se depende de la goma de borrar hasta el exceso, y se acaba perdiendo toda posibilidad de realimentación desde el dibujo. Nunca hay sorpresas, no surge nada nuevo de forma espontánea, y se puede acabar cayendo en una poco deseable rigidez gráfica. Al final uno comprende que lo mejor es no corregir tanto los dibujos: se dejan de lado y se vuelven a hacer. De ese modo se van acumulando versiones, opciones, aciertos parciales, borrones y efectos inesperados. Del mismo modo en que en un brainstorm se “tiran” muchas ideas para producir algunas buenas, uno aprende a “tirar” dibujos, bocetos, ilustraciones.
Luego llega la herramienta digital: el comando deshacer, los de edición, las capas y los objetos vectoriales editables hacen las cosas fáciles: ya podemos controlar del dibujo al 100%. Puede parecer que en el ámbito digital producir sin control y descartar es más sencillo, pero las enormes capacidades de edición/corrección disponibles en cualquier programa pueden llevar de nuevo al perfeccionismo esclerotizante. Uno comienza haciendo bocetos, y antes de darse cuenta, ya está puliendo una única imagen en todos sus detalles.
Sin embargo, inesperadamente, he encontrado por fin un programa donde prácticamente no se puede hacer eso:
Si tuviera que definir Alchemy, diría que es un software de brainstorming gráfico. Más que una herramienta de dibujo, es un generador de formas interactivo, un catalizador de posibilidades gráficas. Es deliberadamente impredecible; sólo podemos controlar algunos factores en el proceso de creación, nunca el resultado final. Como dicen sus creadores: Sin deshacer, sin selección, sin edición. En lugar de eso, la interacción se centra en la obtención de un gran número de formas buenas, malas, extrañas o hermosas. Para que veáis si no es perversamente eficaz en esto, se puede incluso programar el borrado automático del lienzo para forzar al usuario una y otra vez a refrescar el proceso.
Aunque se trata de una herramienta vectorial (el resultado se puede guardar en PDF), se usa más como un lienzo digital, con el trazado intuitivo y directo de la pintura en ráster. En una interfaz mínima incluye varios modos de trazado diferentes que pueden ser controlados mediante la combinación de modificadores en tiempo real como la simetría automática, la aleatorización, el dibujo a ciegas, e incluso por captura de color en tiempo real a través de una webcam o el control mediante el sonido, literalmente gritándole al trazo para que se haga más grueso, por ejemplo.
…Y si con esta vaga descripción no habéis salido corriendo a probarlo, cierro el blog xD
Alchemy es modular, open source y multiplataforma. Puede instalarse sin receta médica. Posología: En caso de aburrimiento grave o anquilosamiento creativo extremo, usar de forma intensiva y descontrolada hasta que aparezcan los primeros síntomas de creatividad o de cansancio. Para fortalecer la capacidad creativa, puede usarse regularmente varias veces al día, antes de las ilustraciones o de forma aislada. Instálelo previamente en cualquier caso y en caso de duda consulte con su informático. Efectos secundarios: Si se padece perfeccionismo crónico, puede aparecer una torturadora sensación de liberación forzosa, que desaparecerá con el uso continuado.